Cap. 2 El ángel perdido

Yoru:

-Creo que la encontré- dije contestando con aquella frase la tan esperada llamada telefónica.

-¿Cómo lo sabes?- Cuestionó la voz al otro lado de la línea.

-Hoy en el recreo una chica llamada Mutsumi Nakatomi detuvo el tiempo por unos segundos. Creo que lo hizo sin saber lo que ocurría, pero percibo que tiene unos poderes extraordinarios… lo mas probable es que sea ella, pero no estoy completamente segura-- Excelente noticia, debes acercarte más a ella para descubrirlo y estar completamente segura-

-Eso haré, Yatsuki-

Mutsumi:

Ya empezó el invierno. Llueve mucho… no me gusta este clima.

Caminando de regreso a casa me encontré con Yoru.

-Hola Yoru Matsumoto. ¿Por qué no regresaste a clases después del recreo?-

Yoru me miro con desagrado y siguió su camino.

-¿Por qué me ignoras asesina de plantas?- insistí

Me miro con firmeza y de pronto cambio la expresión en su rostro, como si recordara algo.

Yoru:

No quería hablar con la tonta de Nakatomi pero debía cumplir con lo prometido. ¡Maldición! ¿Y qué le digo? Ash.

-Mmm... Tuve que acompañar a un familiar a la estación de tren-

Mutsumi me miro con sorpresa, pero luego volvió a su anterior expresión.

Ahora ¿Qué me preguntara? Es toda una caja de sorpresas.

Empezó a hacer cosas raras con sus dedos, juntando las puntas de sus dedos índices, mientras me miraba implorante.

-Es que quería… quería pedirte una cosa…- hizo una breve pausa, dubitativa en seguir o no con su petición- ¿Te podrías disculpar por SuZu? –

Suspire

Nunca he pedido disculpas… ¡Y pedirlas por una planta! Ash

Me demore unos minutos en responder su pregunta, analizando muy bien las consecuencias de mi respuesta.

-Mmm ¿Si te pido perdón, me dejaras en paz?-

Mutsumi comenzó a salta y a gritar como loca.

-¡Si… si… si, si, si! –

-Esta bien- inhale un gran bocado de aire- P…E…R…D…Ó…N- Arrastré cada letra

-¿Qué? No escuche bien, ¿podrías repetirlo?- dijo con sarcasmo

-Ash ¡Que Perdón!-

Inesperadamente empezó a lloriquear

-¿Y ahora que sucedió?- dije desconcertada

Mutsumi me miro con alegría y se me lanzo con los brazos abiertos.

-¡Por fin! ¡Tengo una amiga!-

¿Amiga? ¿Qué? ¿Quién dijo que somos amigas? ¿No me dejará nunca en paz? Estaba atónita, esta chica lleva las cosas demasiado lejos.

Mutsumi:

Yoru se empezó a reír. No paraba.

Oh nunca había visto a Yoru reírse… ni siquiera sonreír.

-¿Qué he dicho para que te rías de esa manera tan descontrolada?- le interrogué.

Bruscamente paro sus carcajadas y continúo caminando.

-¿De nuevo me ignoraras?- dije

Yoru se detuvo y giro para mirarme.

-Es solo que has dicho que somos amigas,- explico- y yo en ningún momento he dicho que lo seamos. Simplemente me disculpe y nada más.- dijo enfatizando la última frase.

-Entonces ¿No lo somos?-

De nuevo me ignoro y siguió caminando.

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Yoru:

-¿Hola?- dije contestando mi teléfono móvil

-¿Si es?-

-Ah Yatsuki… Mmm creo que si. A su lado se sienten grandes poderes- Respondí un poco impaciente porque hacía sólo unos minutos que había hablado con él, y de nuevo me llamaba…-Jm deja de vigilarme,-exigí - cuando haya alguna novedad te informaré.-

-No te estoy vigilando- dijo calmado y tranquilo como era tan habitual en él.

-Bueno entonces no me llames tan seguido-

Yatsuki rió con ganas.

-No eres tan mala como quieres aparentar- dijo calmando sus carcajadas.

-¿Qué quieres decir con eso?- exigí

-Tú sabes… después de todo Mutsumi sigue siendo la misma… de siempre: graciosa, escandalosa y simpática.- no tenia idea de lo que la voz al otro lado del teléfono estaba diciendo- Y aunque no lo quieras admitirlo aun quieres a Mutsumi.-

-¿De que diablos estas habando?-

-Mmm…-vacilo por un momento- …después te darás cuenta.-

-Bueno como sea- Yatsuki muchas veces hacía comentarios que no comprendía ni un poco, y rara veces me explicaba; sólo cuando me enojaba y le exigía con determinación respuestas- entonces… ¿Si crees que sea Mutsumi o no?-

-Averígualo bien…- y diciendo ésto colgó.

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Mutsumi:

¡Que alegría! Tengo una nueva amiga ¡Estoy tan feliz! Mi primera y única amiga… Oh no. Ella no fue la primera… la primera fue mi SuZu! pero ahora que recuerdo Yoru fue quien la mato… bueno no importa, además ya se disculpo. ¡Es mi amiga y nadie podrá cambiarlo!

Puff

Choqué con algo.

-¡Auch! – la cabeza me daba vueltas.

-¿Estas bien?- pregunto una desconocida pero encantadora voz

-¿Ju…?- balbuceé

-¿Te encuentras bien?- pregunto de nuevo la maravillosa voz.

Levanté lentamente la vista y me encontré con un ángel. Nunca había visto un rostro tan perfecto. Al verlo solo se me ocurrió algo: ¿Estaba muerta? Porque debía estar en el cielo

- ¿Eh?- expresé confundida- ¿Ya estoy muerta? ¡No Por Dios! ¿Por qué? Soy muy joven ¡No quiero morir!-

-Oye tranquilízate. No creo que te vayas a morir por esto… pero lo más probable es que te enfermes por el frío- solo en ese momento me percate de que estaba tendida en el suelo en un charco, empapada.-

Me tendió la mano y ayudó a levantarme.

-Lo siento…- dije aun con la cabeza dándome vueltas.

-No te preocupes-

Llovía muy fuerte y estaba mojada completamente, tenia frío y ya tiritaba.

-Ven- dijo el lindo ángel tomándome del brazo y llevándome al frente de una casa. La lluvia ya no mojaba mi cara.- Aquí ya no nos mojaremos más-

-Gracias- dije sonriente.

Nos quedamos allí parados hasta que la lluvia se detuvo.

-Bueno… ya debo irme-

-¿Ju…? ¿Qué…?- estando allí, con tan lindo chico me había perdido en el tiempo. Me recupere poco a poco.- Mmm si yo también tengo que irme ya-

-Oh… que descortés… olvidé presentarme- (a mi también se me olvido decirle mi nombre, tenemos tanto en común). ¡Y ahora sabré el nombre de tan lindo ángel! ¡Qué emoción!– Mi nombre es Yuki Kiniro- dijo extendiendo la mano.

Que lindo nombre… creo que me he enamorado.

-¿No me dirás tu nombre?- pregunto

-Ah… si, si- aun no me recuperaba.- Mi nombre es Mut…-

Alguien al otro lado de la calle me interrumpió con un grito – ¡Yuki! ¿Si vas a ir?-

-¡Si!- le grito Yuki al chico que estaba en la otra acera.- Mut después nos vemos- ahora se dirigía a mí.

-Yo… no…- intente explicarle

-¡Chao!- dijo mientras se marchaba corriendo. No logro escucharme.

Ash ¡Que rabia! No pude decirle mi nombre completo… Que frustrante