Conduciendo hacia una cabaña un poco alejada de casa, aproximándose una tempestad fuerte nos dirigimos los dos a un lugar distinto que nos muestre la verdad de lo que nos han ocultado por tanto tiempo, la razón que nos hace sentir incapaces de captar lo que para muchas personas ya era una realidad sin duda. No se porque lo hacemos es una inquietud que nos atemoriza y preferimos desatarla y no mostrarnos débiles ante ella.
La lluvia no cesaba me sentía cansado, no podía resistir mis ojos cada vez estaban más pequeños, querían cerrasen por completo cuando de pronto sentí un fuerte golpe, abrí mis ojos y divise el camino, las gotas de agua no me dejaban observar muy bien y decidí bajarme del automóvil para ver lo que había ocurrido, voltee la vista a Kenny y su rostro tenia una sensación preocupante, sus ojos mojados me hacían sentir capaz de tolerar cualquier complicación.