Una verdad cambió todo

Conduciendo hacia una cabaña un poco alejada de casa, aproximándose una tempestad fuerte nos dirigimos los dos a un lugar distinto que nos muestre la verdad de lo que nos han ocultado por tanto tiempo, la razón que nos hace sentir incapaces de captar lo que para muchas personas ya era una realidad sin duda. No se porque lo hacemos es una inquietud que nos atemoriza y preferimos desatarla y no mostrarnos débiles ante ella.

La lluvia no cesaba me sentía cansado, no podía resistir mis ojos cada vez estaban más pequeños, querían cerrasen por completo cuando de pronto sentí un fuerte golpe, abrí mis ojos y divise el camino, las gotas de agua no me dejaban observar muy bien y decidí bajarme del automóvil para ver lo que había ocurrido, voltee la vista a Kenny y su rostro tenia una sensación preocupante, sus ojos mojados me hacían sentir capaz de tolerar cualquier complicación. 

Acercándome al lugar de lo ocurrido vi una niña tirada en el camino y mi rostro empapado de lágrimas y mi cuerpo debilitado se desplomo ante ella. Tiempo después de encontrarme expuesto a la tormenta y atemorizado por una noche de angustia me surge la necesidad de esconder aquello que me causaría una vida intranquila, en ese instante mire hacia atrás, era demasiado tarde, Kenny estaba enterada y entre su silencio se escondía un escándalo que se ahogaba en el mismo. Su reacción no me deja de inquietar, su rostro tomo una postura impactante y su cuerpo dio media vuelta y regreso al automóvil sin mencionar ni una sola palabra de reproche por lo sucedido. Lleno de nervios y alterado, mi corazón presionado y teniendo una perspectiva cambiante de mi vida procedí a buscar un lugar en el que pudiera dejar lo causante de mi depresión. Esa misma noche proseguimos nuestro camino, me intimidaba la inquietud de su mirada y la actitud de parálisis que demostraba frente a este motivo de aflicción. El transcurso del recorrido se volvió extenso, ella demostraba un silencio aterrador que me reprimía y me envolvía en el dolor. Al pasar un rato de profundo silencio Kenny reacciono de manera brutal, descontrolada se interpuso en el volante, no podía calmarla, sus uñas dejaron en mi mejilla unos largos rayones y mi pecho quedo adolorido por tan fuertes golpes que me daba con sus delicadas manos, sin pensarlo rodamos de manera inevitable por un abismo en el que cayeron nuestros sueños e ilusiones, al irse ella es imposible sentirme vivo de nuevo, lo ultimo que dijo fue que mi vida no debe quedar marcada y mi pensamiento alejado de la realidad e inmediatamente aparto su mirada de mi y cerro sus ojos, pero esta vez para nunca volver a abrirlos. Lleno de heridas tanto físicas como la herida mas grande ocasionada en el alma, empecé a caminar sin rumbo tratando de darle una explicación a sus últimas palabras pero mi capacidad mental no se presto para entenderlo, estaba debilitado y poco a poco esta se iba apoderando de mí hasta dejarme caer en lo profundo de mi soledad. Al despertar me encontraba en la cabaña no se como pude llegar tal vez en medio de mi delirio fui encontrado por alguien y trasladado a este lugar en el cual nací y el que ya no deseo recordar porque por el motivo que vine ya no existe y que gano yo al descubrir que no somos hermanos si nuestras vidas fueron separadas por un capricho del destino, no culpo a mis padres por no decirme antes pero los juzgo por haberme hecho perder mi vida entera. Ahora solo vivo de recuerdos, me estoy alejando de un mundo insensible y abriendo puertas a uno que puede parecer extraño pero me mantiene alejado de mi presión continua en el mundo, es un mundo de ideas, aquí nadie me juzga, trato de olvidar lo sucedido pero no puedo luchar contra algo que se apodero de mí, que hace parte de mí, que ahora vive conmigo y nunca se alejara, esto lo se porque siempre lo escucho como murmuraciones constantes en mis oídos, pensamientos que retoman imágenes de aquellos momentos en forma de ilusiones ópticas o tal vez esto no se pueda considerar como algo de la mente sino algo que sucede en realidad.