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Mutsumi:
Llegué
a casa después del colegio. Mi padre no estaba. Me dirigí a la
cocina para hacer la cena. Encendí la televisión.
-…Gran
inauguración del parque Yokohama.- decía la chica que presentaba
las noticias en la TV.
-¡Yo
quiero ir!- dije en voz alta para mi misma- Pero… ¿Con quién?
¿Yuki? Mmm… no sé. ¿Yoru? Mmm… no ni siquiera tengo su número,
y además no creo que quiera ir. ¡Qué triste!-
Hoy
no fue mi mejor día… ¡Qué aburrido! Esta lloviendo demasiado, no
tengo el número de Yoru y Yuki cree que me llamo Mut… Jum! ¿Quién
podría llamarse así?
-¡Este
día no podría ser peor…! Preferiría mil veces estar en un
desierto, al menos allí no estaría lloviendo.-
De
repente todo se empezó a mover a mí alrededor, ahora solo veía
arena.
¿Ju…? ¿Esto es un sueño?
Yoru:
Caminaba
cerca de la casa de Nakatomi. Repentinamente sentí un gran poder
allí. Decidí ir a investigar lo que sucedía.
Toque
la puerta de la pequeña casa. Nadie abrió, así que entre. No había
nadie en la sala; busque en toda la casa, subí las escaleras y vi,
al fondo del pasillo al lado derecho, una puerta totalmente rosa que
tenia escrita ‘Mutsumi’ en letras grandes y brillantes. Crucé
la espeluznante puerta. En aquel cuarto todo era rosa: su cama, las
paredes, la alfombra, la mesa del computador, el computador, la
silla, las cortinas semi-translucidas, el armario, la mesita de noche
en donde había un retrato de una joven con cabello castaño claro,
un cuadro con una flor con distintos matices de rosa colgado en la
pared y varios peluches que tenía sobre la cama.
-¡Esto
es una pesadilla!- dije horrorizada- Mis ojos no lo pueden soportar
más, ¡Me quedaré ciega! Tengo que salir de aquí- Salí de ese
horrible lugar casi corriendo.
Mutsumi:
Había
caminado más de una hora. Estaba cansada, tenía sed, mis pies me
dolían.
-¡Ya
no aguanto más!- exclamé
Me
derrumbé en la arena y levante la mirada. A lo lejos vi una fuente
con mucha agua. Entusiasmada, salí corriendo para refrescarme.
Estaba a unos cuantos pasos del oasis. Salté con ánimo hacia él.
Pero en vez de encontrarme con el fresco fluido, me golpeé con una
gran roca.
-¡Auch!- Todo
era una ilusión.
Toque
mi cabeza, me dolía mucho. En la parte superior, en mi frente, sentí
un pequeño bulto que empezaba a formarse y cuando me toca se
agudizaba el dolor.
-¡Soy
un monstruo! Parezco con un tumor.- grite desesperada.
Continué caminando, adolorida y cansada por unos cuantos minutos, pero después
no pude seguir, caí de nuevo en la arena sollozando.
-¡Quiero
estar en mi casa, en mi cuarto! ¡Odio este lugar! ¡Quiero ir ami
casa!-
Cerré
mis ojos, llenos de lágrimas, con fuerza. Los abrí unos segundos
después y, ya no estaba en el desierto, me encontraba en mi cuarto a
unos cuantos pasos de la puerta, la abrí y allí al frente estaba
Yoru que me miraba sorprendida.
Toda
mi ropa estaba llena de arena. La sacudí. Yoru aun me miraba con
desconcierto.
-¿Dónde
estabas?- dijo sin moverse un paso.
No
sabía que responderle, si le decía la verdad seguramente pensaría
que estoy loca.
-Eh…
Eh… Esto… Ah!- dije la última expresión como si recordara algo-
estaba en el parque, unos chicos pasaron en una motocicleta, me
empujaron y caí en una caja de arena, donde juegan los niños…-
-Mmm…
ya veo- dijo pensativa
Yoru
se había creído mi mentira… ¡que alivio!
¿Ju…?
Un segundo… ¿Yoru que hace en mi casa?
-Yoru…-
-¡¿Qué?!-
dijo con arrogancia
-¿Qué
haces en mi casa?-
-Mmm…-
su aire de superioridad se apago un poco- solo venia por tus apuntes
de historia.-
-¿Solo
eso?- pregunte incrédula
-
Si- dijo sin mirarme
-Bueno…
ya te los trigo.- espeté con una sonrisa.
Yoru:
No
puedo creer que Mutsumi sea más tonta de lo que parece… bueno tal
vez si lo crea ja ja ja…También es muy mala mintiendo ¿Cómo
alguien puede inventar algo así?
-Mira-
me extendió la mano con su cuaderno.Tenía una sonrisa estupida en
sus labios- , éstos son los apuntes
-Gracias,
mañana te los devuelvo-
-OK.-
-Adiós,
Mutsumi-
Mutsumi:
-¡No,
espera!- dije de inmediato.
-¿Y
ahora qué?-
No
puedo dejar que se marche. No quiero estar sola otra vez. Quizás…
ocurra lo mismo de nuevo. ¡No quiero!
-Yoru…
yo… me preguntaba… si pod…- me interrumpió instantáneamente
-¡No!-
-Pero
si aún no terminaba la frase- le reproché
-No
importa, sea lo que sea que ibas a decir, sé que es una tontería-
-¡No!
¡No lo es!-
-¡Ash!
¿Entonces qué quieres?-
-Tu
número telefónico-
-No
tengo teléfono.
-¿Cómo
que no tienes teléfono?- repuse con incredulidad
-Si
te digo que no tengo teléfono es… ¡Porque NO tengo teléfono!-
gritó la última frase
Yoru
se dirigió a la puerta. Me entristecí tanto que me tire al suelo y
empecé a llorar.
-¿Sabes
algo Yoru?- grite desesperada entre sollozos- Solo intentaba tener
una amiga…pero al parecer ¡Nunca tendré una! Está bien si no quieres ser mi amiga… ¡Pero entonces no me busques!
Porque si lo haces siempre intentare ser tu amiga y tú siempre me
darás la misma respuesta. Y al final del día esta sola, ¡sola!-
-Mmm…-
Yoru se detuvo y me miro.
-¡Hoy
ha sido el peor día de mi vida!-
-Oye…
Cálm…-
-¡No!-
la interrumpí- ¡No digas nada!-
Yoru:
¡Nunca
había visto una persona tan dramática!
Mutsumi
se levanto del suelo y se acerco a mí.
-Odio
mi vida- continuó con el melodrama- Yuki piensa que me llamo Mut, tu
no quieres ser mi amiga, esta lloviendo y siempre estoy sola…-
-¿Y
quién es Yuki?- pregunte confundida.
-¡Un
chico- cambio súbitamente su expresión de tragedia por una sonrisa
ancha- súper lindo que conocí hoy!-
Mutsumi:
Yoru
se reía a carcajadas después de mi comentario.
-¿Qué?
¿Ahora qué te da tanta risa?-
-¿Estas
sufriendo por alguien que acabas de conocer?- dijo entra carcajadas.
-Mmm…-pensé
por un momento- creo que tienes razón-
-No
es que creas… ¡Tengo razón!- dijo con convicción
Se
hizo un silencio por varios segundos.
-Yoru…
Te quiero pedir algo… te prometo que será lo ultimo que pido. Si
lo haces te dejare en paz.-
-¿Hablas
en serio? Eso sería grandioso, así me libraría de ti.-
¿Es
que no tiene corazón? ¿Cómo me puede decir eso?
Bueno
no importa… ¡Quiero ir al parque!
-¡Podrías
ir con migo al parque Yokohama hoy!-
-¿Qué?
¡No! ¡Ni loca…! ¡Nunca…!-
-Bueno…
si no lo haces… entonces te seguiré molestando ¡por el resto de
tu vida! Muajajaja- intente sonar malvada.
-¿Me
estas chantajeando?- dijo atónita y con furia en los ojos
-Mmm…
déjame pensarlo… ¡Si!- solté unas risitas- Pero bueno ya que no
quieres, entonces nos vemos mañana. Bye, Bye. Sal de mi casa.-
Yoru:
¡Increíble! ¿Esta
niña quien se cree? Hace solo un momento estaba supuestamente triste
y muy deprimida, y ya riéndose y ¡Chantajeándome!
Ash
¡Que voluble! Jum.
Pero…
tengo que ser su amiga… ¡Ash! No tengo otra salida. Pero estoy
casi segura de que aunque haga lo que ella dice, no me dejara en paz.
Mutsumi:
Yoru
se quedo en silencio durante un rato.
-Bueno
Yoru… adiós- señale la puerta- Y no olvides tus zapatos al salir-
Sé
que ella va a aceptar… solo es cuestión de tiempo.
Reí
en mi interior
-Está bien- dijo al fin resignada - iré con tigo a esa cosa-
Ja
Yo sabía… Soy mala Muajajaja
-Pasa
por mí a las 7:00 PM- sonreí
-¡Oye!
No soy tu novia ¡Ni loca vendré por ti! Nos encontraremos allá-
la furia se notaba en sus ojos.
-
Por favor, por favor, por favor, por favor, por favor, por favor, por
favor, por favor, por favor, por favor, por favor, por favor, por
favor…- supliqué
-Ya
me estas estresando…- dijo apretando los dientes
-
Por favor, por favor, por favor, por favor… ¿Si?-
Suspiró
-¡Esta
será la única y última vez!-
-¡Bueno!-
dije entusiasmada
-Adiós
Mutsumi- dio media vuelta y salió de la casa.
-Chao-
le grite
Estoy
tan feliz. Por fin saldré con una amiga verdadera y no una de
mentiras… Mi padre se pondrá tan contento. Oh por cierto, tengo
que organizarme, falta poco para las 7:00 PM. Además ya pronto
llegará mi padre. ¡Que descuidada soy… aun no término de hacer
la comida!
Primero
debo terminar la cena, luego me organizo para salir con Yoru.
Pasaron
unos cuantos minutos y ya casi terminaba la cena.
-He
llegado a casa- dijo mi padre, como hacia todos los días después
del trabajo.
-Hola…
papá-
Camino
hacia la cocina atravesando la sala.
-Aun
no terminas de hacer la cena…- dijo mientras yo prendía un fogón
para hacer el arroz.
-Falta
poco, solo el arroz… lo siento-
-¿Qué
hacías que todavía no terminas la cena? ¿Eh?
-Ah…
Pues…-
-¿Fantaseando,
jugando o inventando más personajes? ¿Eh?
-No…
en realidad saldré con una amiga-
-¿Esta
vez que será?- pregunto más para sí mismo que para mi- Tal vez un
árbol, una roca… es lo único que te falta-
-¡No!-
me apresure a decir- ¡Es una persona!- y remarqué la palabra persona
-¿Y
cómo se llama?- dijo en tono burlón y con algo se sarcasmo.
-Yoru
Matsumoto-
-¿Yoru?-
la incredulidad estaba en su rostro.
-Si.
Hoy vendrá a casa. Iremos al parque Yokohama-
-Tendré
que ver para creer-
Cuando
termine de preparar la cena me dirigí a mi cuarto para cambiarme.
Me
puse una camisilla color rosa, una linda falda blanca y unas
medias que llegaban un poco más arriba de las rodillas.
Peiné mi cabello en dos colitas, una a cada lado de mi cabeza, con dos
grandes moños blancos.
Baje
las escaleras hacia el primer piso donde se encontraba mi padre
sentado en el sillón de la sala.
-¡Estoy
lista!- dije con emoción- ¿Cómo me veo?-
-Fea-
espeto mi padre casi sin mirarme.
-¿Ah?
¿Fea?- lo fulminé con la mirada.
¿Cómo
puede decirme eso mi padre? ¿Es que no tiene sentimientos?
-Estaba
bromeando- dijo entre risitas- Te ves muy bien-
-Gracias-
En
ese momento sonó el timbre.
Estaba
muy entusiasmada -¡Es ella, es ella!- Salí corriendo a abrir la
puerta, pero en el camino me golpee con un muro de la sala.
-Auch
¡Duele!- me toque con la mano el lugar donde mas me dolía y recordé
mi día en el desierto. ¡Qué horror! Sacudí la cabeza para
librarme de esos terroríficos recuerdos.
-¡Deja
de jugar!- exclamo mi padres- Mejor abre de una buena vez-
-Si…
Lo siento…-
Abrí
la puerta… pero lamentablemente no era quien esperaba.
-¡Hola
tonta!-
-¡Ash!
Eres tu, hermano- mi sonrisa desapareció con rapidez
-¿A
quien más esperabas?-
-A
nadie…- hice un puchero. Tal vez Yoru no venga.
-Vendrá
una amiga de Mutsumi- respondió mi padre.
-
¡Ah…Pa…! No le digas…- dije un poco disgustada.
-¿Por
qué?- pregunto mi padre.
-Una…
amiga… de… Mut…- apenas pudo decir mi hermano entre carcajadas
-¿Por
qué nadie me cree?- empecé a hacer pataletas
-Será
porque te inventas un millón de amigos imaginarios- dijo mi hermano
con tono burlón y aun con una sonrisa en su labios.
-¡Eso
no es cierto!- grite
-Tienes
razón- coincidió mi padre- Siempre son plantas piedras, peluches,
lapiceros, en fin… por cierto ¿Y esa planta que tenías? ¿Qué le
pasó?-
-
¡Se murió!- la recordé con tristeza.
Yoru:
Se
escuchaban gritos desde la casa de Mutsumi. Me acerque y mire por la
ventana. Mutsumi estaba en piso haciendo pataleta. Había un chico
riéndose cerca de la puerta y un señor más mayor en el sillón
observándolos con un poco de impaciencia.
¡Jum! ¡Que gente más
rara! ¿Será esta su familia? ¡Que extraños son todos...! ya veo
de donde saco ella esa personalidad.
El
chico que se reía de Mutsumi abrió la puerta y me vio
-Hola-
dije con calma
Tengo que ser amable…
-Tú…
tú… tú… tú… tú…- dijo el chico
Y
a este ¿Qué le sucede? Que madera tan singular de recibir un
visitante.
-Haber
quítate- dijo el hombre mayor dirigiéndose al chico- Muestra un
poco de respeto.
Hola.
Soy el padre de Mutsumi- ahora me hablaba a mi.
-Hola-
dije nuevamente- Soy Yoru Matsumoto
-Con
que si era verdad- dijo el padre de Mutsumi para sí mismo.- Pasa –
me ordenó.
Mutsumi
sorprendida se levanto del suelo.
-¡Hola
Yoru!- sonrió
-Hola-
dije por tercera vez ahora para saludar a Nakatomi.
-¿Desde
cuando son amigas?- pregunto el padre- ¿Eres nueva en la ciudad? ¿O
tal vez en la escuela?-
-Si.
Soy nueva en la cuidad-
-¡Con
razón eres amiga de Mutsumi!-
El hombre dio un pequeño golpe en la cabeza del chico y dijo.
-Disculpa
a mi hijo-
Apenas
pude responder –No hay problema…- pues Mutsumi me copio de la
mano y me arrastro afuera.
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