1 feb 2013

Cap. 3 ¿Qué ocurrió?


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Mutsumi:


Llegué a casa después del colegio. Mi padre no estaba. Me dirigí a la cocina para hacer la cena. Encendí la televisión.

-…Gran inauguración del parque Yokohama.- decía la chica que presentaba las noticias en la TV.
-¡Yo quiero ir!- dije en voz alta para mi misma- Pero… ¿Con quién? ¿Yuki? Mmm… no sé. ¿Yoru? Mmm… no ni siquiera tengo su número, y además no creo que quiera ir. ¡Qué triste!-
Hoy no fue mi mejor día… ¡Qué aburrido! Esta lloviendo demasiado, no tengo el número de Yoru y Yuki cree que me llamo Mut… Jum! ¿Quién podría llamarse así?

-¡Este día no podría ser peor…! Preferiría mil veces estar en un desierto, al menos allí no estaría lloviendo.-
De repente todo se empezó a mover a mí alrededor, ahora solo veía arena. 
¿Ju…? ¿Esto es un sueño?



Yoru:

Caminaba cerca de la casa de Nakatomi. Repentinamente sentí un gran poder allí. Decidí ir a investigar lo que sucedía.

Toque la puerta de la pequeña casa. Nadie abrió, así que entre. No había nadie en la sala; busque en toda la casa, subí las escaleras y vi, al fondo del pasillo al lado derecho, una puerta totalmente rosa que tenia escrita ‘Mutsumi’ en letras grandes y brillantes. Crucé la espeluznante puerta. En aquel cuarto todo era rosa: su cama, las paredes, la alfombra, la mesa del computador, el computador, la silla, las cortinas semi-translucidas, el armario, la mesita de noche en donde había un retrato de una joven con cabello castaño claro, un cuadro con una flor con distintos matices de rosa colgado en la pared y varios peluches que tenía sobre la cama.

-¡Esto es una pesadilla!- dije horrorizada- Mis ojos no lo pueden soportar más, ¡Me quedaré ciega! Tengo que salir de aquí- Salí de ese horrible lugar casi corriendo.

Mutsumi:
Había caminado más de una hora. Estaba cansada, tenía sed, mis pies me dolían.
-¡Ya no aguanto más!- exclamé
Me derrumbé en la arena y levante la mirada. A lo lejos vi una fuente con mucha agua. Entusiasmada, salí corriendo para refrescarme. Estaba a unos cuantos pasos del oasis. Salté con ánimo hacia él. Pero en vez de encontrarme con el fresco fluido, me golpeé con una gran roca.
-¡Auch!- Todo era una ilusión.
Toque mi cabeza, me dolía mucho. En la parte superior, en mi frente, sentí un pequeño bulto que empezaba a formarse y cuando me toca se agudizaba el dolor.
-¡Soy un monstruo! Parezco con un tumor.- grite desesperada.
Continué caminando, adolorida y cansada por unos cuantos minutos, pero después no pude seguir, caí de nuevo en la arena sollozando.
-¡Quiero estar en mi casa, en mi cuarto! ¡Odio este lugar! ¡Quiero ir ami casa!-
Cerré mis ojos, llenos de lágrimas, con fuerza. Los abrí unos segundos después y, ya no estaba en el desierto, me encontraba en mi cuarto a unos cuantos pasos de la puerta, la abrí y allí al frente estaba Yoru que me miraba sorprendida.
Toda mi ropa estaba llena de arena. La sacudí. Yoru aun me miraba con desconcierto.
-¿Dónde estabas?- dijo sin moverse un paso.
No sabía que responderle, si le decía la verdad seguramente pensaría que estoy loca.
-Eh… Eh… Esto… Ah!- dije la última expresión como si recordara algo- estaba en el parque, unos chicos pasaron en una motocicleta, me empujaron y caí en una caja de arena, donde juegan los niños…-
-Mmm… ya veo- dijo pensativa
Yoru se había creído mi mentira… ¡que alivio!
¿Ju…? Un segundo… ¿Yoru que hace en mi casa?
-Yoru…-
-¡¿Qué?!- dijo con arrogancia
-¿Qué haces en mi casa?-
-Mmm…- su aire de superioridad se apago un poco- solo venia por tus apuntes de historia.-
-¿Solo eso?- pregunte incrédula
- Si- dijo sin mirarme
-Bueno… ya te los trigo.- espeté con una sonrisa.

Yoru:
No puedo creer que Mutsumi sea más tonta de lo que parece… bueno tal vez si lo crea ja ja ja…También es muy mala mintiendo ¿Cómo alguien puede inventar algo así?
-Mira- me extendió la mano con su cuaderno.Tenía una sonrisa estupida en sus labios- , éstos son los apuntes
-Gracias, mañana te los devuelvo-
-OK.-
-Adiós, Mutsumi-

Mutsumi:
-¡No, espera!- dije de inmediato.
-¿Y ahora qué?-
No puedo dejar que se marche. No quiero estar sola otra vez. Quizás… ocurra lo mismo de nuevo. ¡No quiero!
-Yoru… yo… me preguntaba… si pod…- me interrumpió instantáneamente
-¡No!-
-Pero si aún no terminaba la frase- le reproché
-No importa, sea lo que sea que ibas a decir, sé que es una tontería-
-¡No! ¡No lo es!-
-¡Ash! ¿Entonces qué quieres?-
-Tu número telefónico-
-No tengo teléfono.
-¿Cómo que no tienes teléfono?- repuse con incredulidad
-Si te digo que no tengo teléfono es… ¡Porque NO tengo teléfono!- gritó la última frase
Yoru se dirigió a la puerta. Me entristecí tanto que me tire al suelo y empecé a llorar.
-¿Sabes algo Yoru?- grite desesperada entre sollozos- Solo intentaba tener una amiga…pero al parecer ¡Nunca tendré una! Está bien si no quieres ser mi amiga… ¡Pero entonces no me busques! Porque si lo haces siempre intentare ser tu amiga y tú siempre me darás la misma respuesta. Y al final del día esta sola, ¡sola!-
-Mmm…- Yoru se detuvo y me miro.
-¡Hoy ha sido el peor día de mi vida!-
-Oye… Cálm…-
-¡No!- la interrumpí- ¡No digas nada!-

Yoru:
¡Nunca había visto una persona tan dramática!
Mutsumi se levanto del suelo y se acerco a mí.
-Odio mi vida- continuó con el melodrama- Yuki piensa que me llamo Mut, tu no quieres ser mi amiga, esta lloviendo y siempre estoy sola…-
-¿Y quién es Yuki?- pregunte confundida.
-¡Un chico- cambio súbitamente su expresión de tragedia por una sonrisa ancha- súper lindo que conocí hoy!-

Mutsumi:
Yoru se reía a carcajadas después de mi comentario.
-¿Qué? ¿Ahora qué te da tanta risa?-
-¿Estas sufriendo por alguien que acabas de conocer?- dijo entra carcajadas.
-Mmm…-pensé por un momento- creo que tienes razón-
-No es que creas… ¡Tengo razón!- dijo con convicción 
Se hizo un silencio por varios segundos.
-Yoru… Te quiero pedir algo… te prometo que será lo ultimo que pido. Si lo haces te dejare en paz.-
-¿Hablas en serio? Eso sería grandioso, así me libraría de ti.-
¿Es que no tiene corazón? ¿Cómo me puede decir eso?
Bueno no importa… ¡Quiero ir al parque!
-¡Podrías ir con migo al parque Yokohama hoy!-
-¿Qué? ¡No! ¡Ni loca…! ¡Nunca…!-
-Bueno… si no lo haces… entonces te seguiré molestando ¡por el resto de tu vida! Muajajaja- intente sonar malvada.
-¿Me estas chantajeando?- dijo atónita y con furia en los ojos
-Mmm… déjame pensarlo… ¡Si!- solté unas risitas- Pero bueno ya que no quieres, entonces nos vemos mañana. Bye, Bye. Sal de mi casa.-

Yoru:
¡Increíble! ¿Esta niña quien se cree? Hace solo un momento estaba supuestamente triste y muy deprimida, y ya riéndose y ¡Chantajeándome!
Ash ¡Que voluble! Jum.
Pero… tengo que ser su amiga… ¡Ash! No tengo otra salida. Pero estoy casi segura de que aunque haga lo que ella dice, no me dejara en paz.

Mutsumi:
Yoru se quedo en silencio durante un rato.
-Bueno Yoru… adiós- señale la puerta- Y no olvides tus zapatos al salir-
Sé que ella va a aceptar… solo es cuestión de tiempo.
Reí en mi interior
-Está bien- dijo al fin resignada - iré con tigo a esa cosa-
Ja Yo sabía… Soy mala Muajajaja
-Pasa por mí a las 7:00 PM- sonreí
-¡Oye! No soy tu novia ¡Ni loca vendré por ti! Nos encontraremos allá- la furia se notaba en sus ojos.
- Por favor, por favor, por favor, por favor, por favor, por favor, por favor, por favor, por favor, por favor, por favor, por favor, por favor…- supliqué
-Ya me estas estresando…- dijo apretando los dientes
- Por favor, por favor, por favor, por favor… ¿Si?-
Suspiró
-¡Esta será la única y última vez!-
-¡Bueno!- dije entusiasmada
-Adiós Mutsumi- dio media vuelta y salió de la casa.
-Chao- le grite
Estoy tan feliz. Por fin saldré con una amiga verdadera y no una de mentiras… Mi padre se pondrá tan contento. Oh por cierto, tengo que organizarme, falta poco para las 7:00 PM. Además ya pronto llegará mi padre. ¡Que descuidada soy… aun no término de hacer la comida!
Primero debo terminar la cena, luego me organizo para salir con Yoru.
Pasaron unos cuantos minutos y ya casi terminaba la cena.
-He llegado a casa- dijo mi padre, como hacia todos los días después del trabajo.
-Hola… papá-
Camino hacia la cocina atravesando la sala.
-Aun no terminas de hacer la cena…- dijo mientras yo prendía un fogón para hacer el arroz.
-Falta poco, solo el arroz… lo siento-
-¿Qué hacías que todavía no terminas la cena? ¿Eh?
-Ah… Pues…-
-¿Fantaseando, jugando o inventando más personajes? ¿Eh?
-No… en realidad saldré con una amiga-
-¿Esta vez que será?- pregunto más para sí mismo que para mi- Tal vez un árbol, una roca… es lo único que te falta-
-¡No!- me apresure a decir- ¡Es una persona!- y remarqué la palabra persona 
-¿Y cómo se llama?- dijo en tono burlón y con algo se sarcasmo.
-Yoru Matsumoto-
-¿Yoru?- la incredulidad estaba en su rostro.
-Si. Hoy vendrá a casa. Iremos al parque Yokohama-
-Tendré que ver para creer-

Cuando termine de preparar la cena me dirigí a mi cuarto para cambiarme.
Me puse una camisilla color rosa, una linda falda blanca y unas medias que llegaban un poco más arriba de las rodillas.
Peiné mi cabello en dos colitas, una a cada lado de mi cabeza, con dos grandes moños blancos.
Baje las escaleras hacia el primer piso donde se encontraba mi padre sentado en el sillón de la sala.
-¡Estoy lista!- dije con emoción- ¿Cómo me veo?-
-Fea- espeto mi padre casi sin mirarme.
-¿Ah? ¿Fea?- lo fulminé con la mirada.
¿Cómo puede decirme eso mi padre? ¿Es que no tiene sentimientos?
-Estaba bromeando- dijo entre risitas- Te ves muy bien-
-Gracias-
En ese momento sonó el timbre.
Estaba muy entusiasmada -¡Es ella, es ella!- Salí corriendo a abrir la puerta, pero en el camino me golpee con un muro de la sala.
-Auch ¡Duele!- me toque con la mano el lugar donde mas me dolía y recordé mi día en el desierto. ¡Qué horror! Sacudí la cabeza para librarme de esos terroríficos recuerdos.
-¡Deja de jugar!- exclamo mi padres- Mejor abre de una buena vez-
-Si… Lo siento…-
Abrí la puerta… pero lamentablemente no era quien esperaba.
-¡Hola tonta!-
-¡Ash! Eres tu, hermano- mi sonrisa desapareció con rapidez
-¿A quien más esperabas?-
-A nadie…- hice un puchero. Tal vez Yoru no venga.
-Vendrá una amiga de Mutsumi- respondió mi padre.
- ¡Ah…Pa…! No le digas…- dije un poco disgustada.
-¿Por qué?- pregunto mi padre.
-Una… amiga… de… Mut…- apenas pudo decir mi hermano entre carcajadas
-¿Por qué nadie me cree?- empecé a hacer pataletas
-Será porque te inventas un millón de amigos imaginarios- dijo mi hermano con tono burlón y aun con una sonrisa en su labios.
-¡Eso no es cierto!- grite
-Tienes razón- coincidió mi padre- Siempre son plantas piedras, peluches, lapiceros, en fin… por cierto ¿Y esa planta que tenías? ¿Qué le pasó?-
- ¡Se murió!- la recordé con tristeza.

Yoru:
Se escuchaban gritos desde la casa de Mutsumi. Me acerque y mire por la ventana. Mutsumi estaba en piso haciendo pataleta. Había un chico riéndose cerca de la puerta y un señor más mayor en el sillón observándolos con un poco de impaciencia.
¡Jum! ¡Que gente más rara! ¿Será esta su familia? ¡Que extraños son todos...! ya veo de donde saco ella esa personalidad.
El chico que se reía de Mutsumi abrió la puerta y me vio
-Hola- dije con calma
Tengo que ser amable…
-Tú… tú… tú… tú… tú…- dijo el chico
Y a este ¿Qué le sucede? Que madera tan singular de recibir un visitante.
-Haber quítate- dijo el hombre mayor dirigiéndose al chico- Muestra un poco de respeto.
Hola. Soy el padre de Mutsumi- ahora me hablaba a mi.
-Hola- dije nuevamente- Soy Yoru Matsumoto
-Con que si era verdad- dijo el padre de Mutsumi para sí mismo.- Pasa – me ordenó.
Mutsumi sorprendida se levanto del suelo.
-¡Hola Yoru!- sonrió
-Hola- dije por tercera vez ahora para saludar a Nakatomi.
-¿Desde cuando son amigas?- pregunto el padre- ¿Eres nueva en la ciudad? ¿O tal vez en la escuela?-
-Si. Soy nueva en la cuidad-
-¡Con razón eres amiga de Mutsumi!-
El hombre dio un pequeño golpe en la cabeza del chico y dijo.
-Disculpa a mi hijo-
Apenas pude responder –No hay problema…- pues Mutsumi me copio de la mano y me arrastro afuera. 

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